Los medios franceses informaron el sábado de la detención en las afueras de París de Pavel Durov, director ejecutivo y propietario de la red social Telegram, supuestamente por no tomar medidas para frenar la actividad delictiva en la plataforma.
La cadena de televisión francesa TF1 informó de que las autoridades francesas arrestaron a Durov cuando su avión privado aterrizó el sábado por la noche en el aeropuerto de Bourget, situado en los suburbios exteriores de la capital francesa. Pavel es un ciudadano ruso que también tiene ciudadanía de los Emiratos Árabes Unidos y Francia.
En julio, Durov publicó en su canal de Telegram que la plataforma había alcanzado los 950 millones de usuarios activos mensuales. La empresa tiene su sede en Dubái, donde también vive Durov. Aunque a menudo se describe como una plataforma para chats encriptados, Telegram no está encriptada de forma predeterminada y los investigadores de seguridad han puesto en duda la seguridad de su protocolo de encriptación.
La emisora francesa BFMTV informó que las autoridades francesas alegan que Durov es cómplice de las actividades de lavado de dinero, tráfico de drogas y material de abuso sexual infantil que abundan en Telegram.
Durov comparecerá ante los fiscales franceses el domingo y será puesto en prisión preventiva si es acusado, informó TF1, citando a las autoridades francesas. La embajada rusa en Francia publicó el domingo por la mañana que había exigido una explicación al gobierno francés, pero que aún no había recibido una respuesta. Forbes estima que Durov tiene un patrimonio de 15.500 millones de dólares.
En un comunicado publicado el domingo en el canal oficial de la compañía, Telegram calificó su moderación de contenido como “dentro de los estándares de la industria” y dijo que está mejorando constantemente. “Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables del abuso de esa plataforma”, también dijo la compañía.
Desde su creación, en 2013, Telegram ha crecido como un servicio de mensajería y microblogging popular, particularmente en Rusia y otros países ex soviéticos. Entre sus usuarios hay hacktivistas rusos autoproclamados que lo han utilizado para coordinar ataques distribuidos de denegación de servicio contra objetivos occidentales (ver: Caído, no fuera: hacktivistas rusos afirman interrupciones DDoS).
Los cibercriminales también lo han utilizado para distribuir malware y alojar infraestructura de comando y control. Los ciberdefensores ucranianos advirtieron a principios de este año que un grupo de piratas informáticos ruso estaba utilizando Telegram para infectar dispositivos móviles llevados por personal militar (ver: Informe: piratas informáticos rusos atacan a soldados ucranianos en aplicaciones).
Durov dijo anteriormente que su decisión de basar Telegram en Dubai se debe a la “neutralidad política” de la ciudad, y agregó que la plataforma “se trata de la libertad de expresión”.
En 2018, el gobierno ruso intentó bloquear el acceso doméstico a Telegram, pero anuló la prohibición formal en 2020, afirmando que la empresa había demostrado su voluntad de cooperar en medidas para combatir el “terrorismo y el extremismo”.
Info – Ciberseguridad Latam