¿Sabes si tu hija/o realiza apuestas online? La falta de estadísticas oficiales

Publicado por: Manuel Abreu Ortiz - social@manuelabreuo.com

Por

Lucas Moyano. Fiscal. Titular de la UFIJ 22 y Subrogante UFIJ 19 del Dpto Judicial Azul, Provincia de Buenos Aires. Diploma de Experto en Ciberdelincuencia y Tecnologías Aplicadas a la Investigación (Universidad Austral – Argentina -y Universidad Abat Oliba CEU –España-). Especialización en Cibercrimen y Evidencia Digital (UBA).

María José Motta Abogada, Titular de Legal Link. Diplomada en Litigación Penal (UCES). Especialización en Cibercrimen y Evidencia Digital (UBA).

Afortunadamente cada vez son las voces que se levantan en función de proteger a los menores de la amenaza invisible de las apuestas online.

Las apuestas deportivas o de juegos de azar entre los adolescentes.  Se ha transformado en una forma de entretenimiento aceptada socialmente por muchos menores, que puede transformarse en una enfermedad que es la ciberludopatia.

Aunque legalmente los menores de edad no pueden realizar apuestas el uso cotidiano de dispositivos conectados a internet les permite acceder con facilidad a una página web o app de juego o apuestas en cualquier momento del día, una actividad que realizan en la intimidad y de cuyos riesgos muchas veces no son conscientes. Esto implica que desarrollen rápidamente un hábito sin el obstáculo de la temporalidad o la distancia a un local de juego. Además, les permite pasar más desapercibidos mientras juegan, saltándose las restricciones de edad.

La mayoría de los menores se inician en los juegos de azar por imitación de sus compañeros/as, amigos/as o familiares. Otro de los factores que influye es la visualización de publicidad en televisión, Internet y las redes sociales, en la que se presenta el hecho de realizar una apuesta como algo divertido y carente de riesgos, influye negativamente en los menores y promueve la normalización y el inicio en esta actividad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la ludopatía como una enfermedad emocional que afecta aspectos de la vida personal, familiar, laboral, social y económica de quien la padece. Explica que se trata de “trastornos del comportamiento persistentes o recurrentes que pueden provocar un deterioro significativo a nivel personal y familiar, principalmente en lo que se refiere a los videojuegos y la ciberludopatía.

Dentro de este contexto y a pesar de la creciente preocupación de distintas áreas no existe un Estudio sobre incidencia y características de los patrones de uso, abuso y adicción a los juegos de azar en menores de edad o de aquellos que se encuentran en el proceso escolar. Ello sería de suma utilidad para conocer la prevalencia de juego patológico entre los menores de edad.

La falta de estadísticas o de una actividad proactiva del estado no puede servir de excusas para que adoptemos una actitud positiva dentro de nuestro hogar para proteger a nuestros hijos de que puedan caer en la enfermedad de la ludopatía digital.

Recomendaciones de prevención familias:

Si bien para los padres y madres, detectar este tipo de actividades no es sencillo, existen ciertos indicadores que pueden alertarnos de los posibles riesgos.

Algunos de ellos son la aparición de gastos injustificados, cambios bruscos en hábitos y rutinas, cambio en las amistades, disminución del rendimiento escolar, o cambios físicos o de ánimo acusados (nerviosismo, cansancio, preocupación, mentiras, desmotivación o apatía).

¿Cómo podemos prevenir este tipo de práctica?

La mejor actitud que podemos adoptar es conversar con nuestro hijo/a, con el objetivo es que puedan tomar conciencia de sus propios hábitos y a partir de eso, que tomen sus decisiones de forma razonada y crítica, para que otros no las tomen por ellos.

Para ello es importante analizar junto a ellos y ellas las publicidades que hay en redes sociales, a través de influencers, youtubers, artistas de casas de apuestas.

Donde podremos utilizar como disparadores ¿Qué mensaje transmiten? ¿Por qué son tan populares en el mundo del fútbol?

Es importante también conocer los hábitos de nuestros hijos y de las personas con quien comparten.

  • ¿Conocen amigos que usen aplicaciones de apuestas?
  • ¿Qué los motiva a apostar?
  • ¿Pueden elegir parar de apostar cuando así lo deciden?
  • ¿Cómo usan el dinero que se les da para su vida diaria?

La intención es acompañarlos en el uso de internet y dispositivos, enseñándoles los riesgos a los que están expuestos y proporcionándoles herramientas para que sepan analizar críticamente la información que reciben. Todo esto debe hacerse dentro del marco de respeto a su intimidad sin invadirla.

Adoptar estas medidas puede ayudarnos a proteger a nuestros hijos de la ciberludopatía y promover un uso saludable y seguro de las tecnologías digitales.

La prevención y educación son claves para proteger a los adolescentes en este tipo de entornos. Una mayor conciencia y regulación estatal, junto con el apoyo familiar, pueden marcar la diferencia en la lucha contra este desafío invisible.

Info – Ciberseguridad Latam

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