Un nuevo análisis del atractivo y la propagación de la desinformación en Facebook ha cuantificado el pernicioso atractivo de la desinformación salaz e impulsada por la agenda para ahogar el contenido habitual.
Durante las elecciones estadounidenses de 2020, las denominadas noticias falsas generaron seis veces más clics que el contenido factual para propagarse como un incendio en la plataforma, y los autores de derechas produjeron una mayor proporción de contenido sin fundamento que sus contemporáneos de izquierdas.
Hace tiempo que se sabe que la desinformación hace que el dedo índice pique hacia los titulares sensacionalistas, pero un estudio de comportamiento de los usuarios de Facebook realizado por investigadores de la Universidad de Nueva York y la Universidad Grenoble Alpes de Francia ha cuantificado ahora este efecto por primera vez.
Es probable que los resultados, revisados por expertos, reaviven las controversias en torno a una campaña de gran virulencia en la que tanto demócratas como republicanos acusaron a los algoritmos de Facebook de alimentar la discordia y el rencor entre los votantes. En el momento álgido de la campaña, los vendedores de desinformación generaban seis veces más clics que fuentes autorizadas como la CNN o la Organización Mundial de la Salud.
El estudio, publicado en The Wall Street Journal, analizó 2.551 páginas categorizadas por NewsGuard y Media Bias/Fact Check según su posición en el espectro político, así como su predilección por compartir historias dudosas. A continuación, se compararon con las interacciones con fuentes de desinformación notorias, como Occupy Democrats y Breitbart, así como con editores de hechos más estables.
Los investigadores descubrieron que la desinformación, sea cual sea su origen político, generaba mucho más interés que las páginas de hechos, y que las fuentes de derechas eran algo más prolíficas.
En respuesta al informe, Facebook no discute los resultados, pero subraya que las cifras representan la participación y no las impresiones totales de la página, que no se divulgan a los investigadores. El portavoz Joe Osborne explicó: “Este informe analiza sobre todo la participación de la gente en los contenidos, que no debe confundirse con el número de personas que los ven en Facebook. Cuando se observa el contenido que tiene más alcance en Facebook, no se parece en nada a lo que sugiere este estudio”.
Con información de: FayerWayer.