Si bien no hay una alerta mágica que te diga “te están espiando”, hay ciertos comportamientos anormales que pueden levantar sospechas. Estas son algunas de las pistas más comunes:
Si bien no hay una alerta mágica que te diga “te están espiando”, hay ciertos comportamientos anormales que pueden levantar sospechas. Estas son algunas de las pistas más comunes:
1 – Tu batería se agota demasiado rápido: si tu batería pasa de durar todo el día a descargarse en cuestión de horas, y no has instalado ninguna app nueva ni cambiaste tus hábitos, algo raro está pasando. Muchas veces, las apps espía funcionan en segundo plano, consumiendo recursos constantemente.
2 – El teléfono se recalienta sin razón: otro indicio es que el dispositivo se caliente aunque no lo estés usando activamente. Esto podría deberse a que algún proceso no autorizado se está ejecutando sin tu consentimiento.
3 – Aparecen aplicaciones que no instalaste: si ves íconos o apps que no recuerdas haber descargado, no lo ignores. Muchas veces, el malware espía se disfraza como herramientas legítimas o incluso no muestra ícono alguno, operando de forma oculta.
4 – Rendimiento lento o errático: si tu celular se vuelve más lento de lo habitual, se congela o se reinicia solo, podría estar siendo manipulado de forma remota o tener software malicioso instalado.
5 – Consumo de datos excesivo: una de las formas en que los espías roban tu información es enviándola por internet a servidores externos. Si notas que estás gastando más datos móviles de lo normal, puede ser una señal de alerta.
6 – Ruido o interferencias durante llamadas: si escuchas ecos, clics o interrupciones durante las llamadas, y esto ocurre con frecuencia, podría deberse a algún tipo de monitoreo o grabación.
7 – Mensajes extraños o actividad inusual: si tus contactos reciben mensajes que tú no enviaste, o notas actividad sospechosa en tus redes sociales o cuentas vinculadas, es momento de preocuparse seriamente.
Info – Remolacha