El teléfono más completo de Apple hasta la fecha ya está a la venta. El iPhone 8 Plus pasa por la mesa de pruebas para comprobar si las novedades que presenta elevan su nivel para mantenerse como un referente dentro de la gama alta.
Nada parece cambiar por fuera
Junto con Sony, Apple es la única marca que ha mantenido durante años una línea o idea de diseño que iteración tras iteración ha ido mejorando y apurando con pulidos concretos de detalles hasta alcanzar un acabado y fijación por los detalles extremo. Es una manera de avanzar por una familia de teléfonos que no tiene por qué gustar a todos.
Mirar o tocar el iPhone 8 Plus, a estas alturas, es a partes iguales notar el excelente acabado y nivel de detalle en su construcción como pensar que no se corresponde con un gama alta de 2017. El resto de terminales ha adoptado la tendencia de asociar diseño premium con ausencia de marcos y el iPhone 8 Plus peca justo de lo contrario.

Este nuevo smartphone de Apple es grande, enorme para lo que existe ahora mismo en el mercado. El problema todos sabemos que son los marcos, pero aquí se mantienen. El nuevo iPhone 8 Plus encima es algo más pesado y un poco más grueso debido al uso del cristal, que vuelve años después al diseño del iPhone.
IPHONE 8 PLUS | |
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DIMENSIONES Y PESO | 158,8 x 78,1 x 7,5 milímetros, 202 gramos |
PANTALLA | IPS 5,5 pulgadas con True Tone Resolución de 1.920 por 1.080 píxeles a 401 ppp |
PROCESADOR | A11 Bionic de 64 bits + coprocesador de movimiento M11 Apple GPU de 6 núcleos |
NÚCLEOS | Seis |
MEMORIA | 64/256 GB (no ampliables con microSD) |
VERSIÓN SOFTWARE | iOS 11 |
CÁMARA TRASERA | Dual 12 + 12 megapíxeles, f/1.8 y f/2.8, OIS, grabación 4K@60fps, flash 4 LED |
CÁMARA FRONTAL | 7 megapíxeles f/2.2, grabación de vídeo 1080p HD |
CONECTIVIDAD | Wifi, Bluetooth 5.0, LTE, NFC |
OTROS | TouchID, carga rápida 3D Touch y carga inalámbrica |
PRECIO | Desde 919 euros |
El uso del cristal en la parte trasera del iPhone 8 Plus nos proporciona una idea de más fragilidad pero a la vez permite tonos diferentes, que eso siempre vende, y la oportunidad de sumarse a la carga inalámbrica.

El caso es que al final, la sensación de un terminal mal dimensionado y con un peso extra que se nota nada más cogerlo, se compensa un poco gracias a que nos ha parecido mucho más agradable de tocar (quizás por la novedad) y cómodo pues el cristal lo hace menos resbaladizo en mano y con más agarre.
En el diseño se mantiene la ausencia del puerto de auriculares (si quieres cargar y escuchar música con auriculares con cable, no tienes más remedio que optar por un adaptador), se eliminan las bandas en la parte superior que rompían la continuidad del diseño, y se renueva la banda de aluminio con un resultado de más consistencia. Por ahora no nos hemos llevado sustos en forma de caídas pero sí que durante estos siete días hemos movido el iPhone 8 Plus sin funda por bolsos, sitios con llaves o sobre mesas sin nada de cuidado y tengo que decir que la parte trasera de cristal está impoluta. Sin una sola marca.
Otra continuidad en el diseño la hallamos en la disposición de los altavoces. Son estéreo, con uno situado en la parte superior del frontal y otro en la inferior, justo al lado del puerto de carga. Sí, hay dos, pero solo el de la derecha es «real». El sonido de esos altavoces ha mejorado algo, principalmente en potencia y separación, haciendo que se escuchen relativamente bien.

Un lector de huellas que esperemos no echar de menos pronto
No reducir marcos tiene un solo beneficiario en este iPhone 8 Plus: se mantiene la identificación de huellas Touch ID, un imprescindible tanto en un iPhone como en cualquier smartphone que sea al menos de gama media. Puede parecer un elemento sin más importancia a estas alturas, pero en el ecosistema iPhone, si Face ID no cumple con las expectativas, podríamos estar ante un factor de compra clave (junto con precio y prestaciones) a favor de este iPhone 8 Plus y en contra del futuro iPhone X.
True Tone llega a la pantalla del iPhone 8 Plus
Hay ocasiones en que las novedades menores de ciertos componentes no tienen un efecto directo ni apreciable en la experiencia de uso con un nuevo smartphone. No ocurre con la pantalla del iPhone 8 Plus.
Las cifras nos describen un elemento que no evoluciona en tamaño, ni brillo, ni contraste ni mucho menos en resolución o tecnología del panel. Sigue siendo una pantalla de 5,5 pulgadas, con panel IPS, sensible a la presión y lo más discutible: resolución de 1080p. Ahí Apple otra vez ha sido conservador y es el fabricante de primera línea que menos densidad de píxeles (poco más de 400) ofrece en un terminal considerado de gama alta.
IPHONE 8 PLUS | GALAXY S8 | HUAWEI P10 PLUS | LG V30 | SONY XPERIA XZ PREMIUM | |
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TAMAÑO | 5,5 pulgadas | 5,8 pulgadas | 5,5 pulgadas | 6 pulgadas | 5,5 pulgadas |
RESOLUCIÓN | 1080p | 1440p | 1440p | 1440p | 2160p |
DENSIDAD (PPP) | 401 ppp | 568 ppp | 539 ppp | 538 ppp | 806 ppp |
En tareas cotidianas esa resolución no es crítica pues los textos y demás se ven perfectamente, pero en reproducción de vídeo o para futuros usos de realidad virtual, necesitamos más píxeles.
Dicho esto y matizado su dato criticable de la resolución, hay que decir de la pantalla del iPhone que se ve fabulosamente bien en cuanto a reproducción del color y contraste. En el segundo dato no alcanza lógicamente a un panel AMOLED, pero si buscamos en una pantalla máxima fidelidad y realismo sin pasarnos (y que resulte artificial), la del iPhone 8 Plus es de sobresaliente. Y en exteriores es legible perfectamente, de las mejores en la actualidad sin duda, aunque forzar el brillo máximo en interiores, cuando no es necesario, repecute negativamente en la repruducción del color. Por suerte, el control automático del brillo es algo que en el iPhone 8 Plus está perfectamente gestionado y en este tiempo probándolo no he tenido apenas que recurrir a un manejo manejo manual del mismo.

El principal responsable de esa sensación de mayor profundidad de color es la tecnología True Tone, gracias a la cual la pantalla del iPhone 8 Plus ajusta el balance de blancos según la luz ambiente de la estancia con el objetivo de que la fidelidad y uniformidad de los colores se mantenga. La función viene prácticamente activada por defecto si no prestamos atención a la configuración inicial pero podemos ponerla en marcha o dejarla sin efecto con un simple gesto desde el centro de control, pues tiene un botón propio dentro del control de brillo.
Como pasa con el iPad Pro, el primer equipo de Apple que incluyó esta tecnología para el panel, la diferencia se puede apreciar más o menos según el entorno, pero en términos globales se agradece. Lo notamos especialmente en situaciones con poca luz.
FUENTE: www.xataka.com/